Todas las células de nuestro organismo se multiplican en función de la información que contiene su código genético. Siguiendo esas instrucciones que se expresan en los genes, se pueden dividir dando lugar a células sanas y funcionales en cada uno de los diferentes tejidos de nuestro organismo.
¿Qué ocurre cuando la información genética se altera por alguna circunstancia?
La célula resultante es anómala, y no se parece a las células normales de ese tejido; además, crece mucho más rápido, no sólo ella sino también todas las células que provienen de ella. Se ha producido una mutación en esa célula o células, una alteración en su genoma. Un cambio en la información genética, que generará células anómalas que se irán multiplicando en función de esa información errónea. Hay que resaltar que generalmente una sola mutación no da lugar a una célula cancerosa, se debe producir más de una mutación para que se produzca la célula neoplásica que genere una estirpe errónea.
Probablemente, al día de hoy, el cáncer es la causa más frecuente de muerte, sin embargo, es incuestionable que se diagnostican cada vez con más rapidez y precisión. Por otro lado, aunque todavía los tratamientos de quimioterapia o radioterapia son sin duda muy tóxicos y agresivos para el paciente, con los avances médicos, los tratamientos son más específicos y consisten en eliminar selectivamente las células cancerosas sin afectar a otras células sanas de nuestro organismo. Pero evidentemente el tratamiento del cáncer en sus diversas formas sigue siendo un reto.
¿Pueden los cannabinoides ser efectivos frente a algún tipo de Cáncer?
Sabemos que hay cannabinoides con propiedades antineoplásicas (sustancias que impiden el desarrollo, crecimiento o proliferación de células tumorales). También conocemos algunos de los mecanismos de acción a nivel molecular, lo que facilita el poder predecir cómo actúan y sus efectos terapéuticos, con relación a los posibles efectos secundarios que tienen la mayoría de medicamentos, incluidos los quimioterápicos, siendo en este caso uno de los tratamientos más tóxicos a los que hay que someterse para tratar la enfermedad oncológica.
Los cannabinoides inhiben la formación de nuevos vasos en el tumor, lo que determina que al no recibir la sangre suficiente para crecer, se inhibe su crecimiento. Este fenómeno se denomina inhibición de la angiogénesis. Los cannabinoides, inducen la apoptosis o suicidio celular de las células tumorales, respetando la viabilidad de las células sanas. Hay diferentes estudios que así lo demuestran. Esta especificidad de acción, solo a nivel de las células cancerosas, es la que se busca con los quimioterápicos: que solo actúen en las células cancerosas, respetando las sanas.
También se describen propiedades en cuanto a la reducción de posibilidades de metástasis cuando se utilizan cannabinoides. Está claro que tienen propiedades antineoplásicas en modelos preclínicos. También se ha descubierto recientemente que el CBD en concreto inhibe la acción de una proteína llamada ID, la presencia de la cual determina mayor agresividad y posibilidades de metástasis tumorales. Esta proteína se presenta en varias formas, de las cuales el ID1 e ID3 son las inhibidas por el CBD.
¿Para qué tipos de Cáncer podrán ser útiles los cannabinoides?
- GLIOMAS: Estos tumores cerebrales suelen ser muy agresivos. En ocasiones se pueden extirpar quirúrgicamente, con lo que ello conlleva en cuanto a posibilidad de secuelas. Se emplean además radioterapia y quimioterapia, y en muchas ocasiones recidivan. Tanto el THC como el CBD se muestran efectivos en ratones, asociados a temozolomida, antineoplásico utilizado en este tipo de tumores, y potencian su efecto. Se pueden asociar sin que se hayan detectado efectos por interacción, en todo caso la constatada sinergia, que incrementa el efecto terapéutico.
- PROSTATA: Algunos tipos de cáncer de próstata en ratones ven inhibido su crecimiento con tratamientos con CBD.
- MAMA: El tratamiento con cannabinoides podría aumentar la eficacia de la radioterapia al incrementar la autofagia o muerte celular de las células cancerosas. También se reducirían los efectos secundarios. Los cannabinoides son ampliamente utilizados por pacientes de cáncer de mama para tratar las náuseas y vómitos asociados a la quimioterapia, además de mejorar el estado general.
- PANCREAS: Hay tipos de cáncer pancreático que responden en ratones al tratamiento con agonistas o activadores de receptores CB1 y CB2.
- LEUCEMIA: Responden en ratones algunos tipos al tratamiento con distintos cannabinoides como CBD, CBG y CBGV.
Otros tipos de cáncer en los que podrían ser útiles los cannabinoides incluyen los linfomas, colon, pulmón, piel y estómago.
Debemos tener presente que, desde el punto de vista médico, faltan estudios clínicos que nos indiquen qué cannabinoides son los indicados, a qué dosis se deben administrar, y qué ciclos de tratamiento se deben cumplir. Por lo tanto, todavía carecemos de los datos necesarios para utilizar los cannabinoides como agentes antitumorales con garantías.
Otra cuestión es que, de momento, los cannabinoides se utilizan conjuntamente con los quimioterápicos, y para paliar la sintomatología que acompaña al paciente oncológico. Respetamos de todas formas a los pacientes que eligen el tratamiento con cannabinoides como monoterapia. Es un derecho elegir el tratamiento que más adecuado le parezca a cada uno, después de haber sido correctamente informado de todas las alternativas terapéuticas en cada caso particular.
El cuadro tóxico resultante de la quimioterapia, provoca en la mayoría de casos, efectos secundarios que requieren de medicación específica. El paciente presenta habitualmente pérdida de peso, falta de apetito, así como alteraciones del sueño y del estado de ánimo, que suelen tender a hacerle ansioso-depresivo y presenta dolor en mayor o menor grado. En este contexto, los cannabinoides ya son efectivos para tratar estos síntomas descritos, siendo necesario encontrar la combinación correcta y la dosis terapéutica exacta para cada paciente. Para tratar estos síntomas son válidas las variedades con ratio aproximado 1/1 de CBD/THC, pero sin olvidar que el THC es importante para la mayoría de los síntomas. Probablemente el uso en este caso de un extracto rico en CBD sin THC no daría el mismo resultado, siendo más pobre el efecto sobre el apetito y los vómitos que acompañan a la quimioterapia.
Así como EL CBD y THC son efectivos contra el cáncer, también se han estudiado terpenos que podrían ser benéficos en este tratamiento, por mencionar algunos: Terpinolene, Limonene, Myrcene, Geraniol, Alpha Pinene, Beta Pinene, Citral, etc.
En resumen, los pacientes oncológicos se pueden beneficiar del tratamiento con cannabinoides para tratar los síntomas derivados de la quimioterapia y mejorar su calidad de vida.
El CBD como tratamiento para perros con cáncer (y otras mascotas)
Las investigaciones demuestran que el tratamiento del cáncer con CBD no sólo funciona en humanos sino también en mascotas. Los perros pueden sufrir diferentes tipos de cáncer, estos incluyen el cáncer de piel, que es muy común en los perros. Otros tipos de cáncer que se encuentran comúnmente incluyen el cáncer de la glándula mamaria en las perras, y el cáncer de cabeza y cuello. Los perros también suelen ser víctimas de cánceres de boca, que requieren una acción rápida.
Los estudios citados en este artículo sugieren que el CBD podría ser útil para combatir el crecimiento de las células cancerosas. Aunque la mayoría de los estudios que investigan este enfoque son preliminares, muestran resultados interesantes. El CBD y otros componentes de la planta de cannabis y cáñamo también pueden tener el potencial de combatir el cáncer y sus síntomas en animales de granja y mascotas.
Las mascotas tienen que luchar contra los efectos secundarios de la quimioterapia como los humanos. El CBD podría aliviar los síntomas gastrointestinales de náuseas y vómitos que ocurren tanto en humanos como en animales. Podría ayudar indirectamente a las mascotas a recuperar el apetito, que a menudo es un problema en el tratamiento del cáncer. Por no mencionar que el CBD también puede ayudar a aliviar la inflamación y el dolor que a menudo causa el cáncer.
Según otros estudios, el extracto con CBD mostró efectos antitumorales claros. También actuó sobre los efectos de una sustancia química utilizada para inducir el cáncer en la investigación biológica: el azoximetano.
En otro estudio, el CBD también mostró la capacidad de retardar el desarrollo de tumores en el cerebro. Investigadores del Departamento de Medicina Experimental de la Universidad de Camerino en Italia realizaron un estudio que también demostró que el CBD que retrasa el crecimiento de las células cancerosas y debilita las existentes. Esto le dio a los medicamentos quimioterapéuticos una ventaja sobre las células cancerosas.
Un desempeño similar del CBD también ha surgido en estudios sobre otros tipos de cáncer. Estos incluyen cáncer de vejiga, leucemia, linfoma y muchos más.
Conclusión
Existen numerosos estudios sobre el aceite de CBD para su uso en el cáncer. Ya en 1975, investigaron el cannabis como posible droga para el tratamiento del cáncer. A pesar de las restricciones legales, la ciencia ha descubierto evidencia interesante para el efecto positivo de la planta en pacientes con cáncer. Otro aspecto importante del CBD es que no puede inducir efectos psicotrópicos en los pacientes, esto lo distingue de otros cannabinoides en la planta de cáñamo.
De acuerdo con los resultados de la investigación citados, el CBD podría ser de apoyo en varias áreas del tratamiento del cáncer. Los estudios han demostrado, entre otras cosas, que el CBD desencadena la muerte celular (apoptosis) en las células cancerosas, pero no afecta a las células sanas. También muestra el potencial para prevenir la migración de las células cancerosas. También se sospechan propiedades antiangiogénicas, esto podría prevenir la formación de nuevos vasos sanguíneos y así empeorar la nutrición de los tumores, haciendo menos probable la metástasis. Sobre todo, podría reducir la capacidad de invasión del cáncer.
Los cannabinoides como el THC y CBD, los endocannabinoides, terpenos y los agonistas sintéticos, han mostrado efectos antitumorales. Hay evidencia de que los cannabinoides son pro-apoptóticos (la apoptosis es el proceso de muerte celular que ocurre en los organismos multicelulares). Según los estudios, los cannabinoides también tienen un efecto antiproliferativo, lo que significa que los cannabinoides también ralentizan el crecimiento y la propagación de las células cancerosas. Estos efectos combaten la migración, invasión y adhesión celular.
El CBD también puede ayudar a regular las señales pro-angiogénicas de las células de glioma. Los estudios demuestran que los cannabinoides pueden tener una amplia gama de efectos anticancerígenos. Según un informe del Instituto Nacional del Cáncer sobre los efectos antitumorales, estos cannabinoides pueden ayudar a inhibir el crecimiento de las células cancerosas.
Gracias a esta combinación de diferentes efectos, el CBD puede tener una ventaja sobre los muchos otros enfoques para el tratamiento del cáncer. Además, los métodos convencionales de terapia contra el cáncer a menudo tienen efectos secundarios significativos. El CBD también podría tener un efecto de apoyo en el tratamiento convencional del cáncer y reducir los efectos secundarios. Estos incluyen náuseas y vómitos por la quimioterapia.
El CBD podría ser beneficioso en cáncer de piel, cáncer de mama, cáncer de vejiga, leucemia, linfoma y muchos más para humanos y animales. Todavía hay mucho de lo que los investigadores tienen que descubrir sobre el cannabis y el aceite de CBD para el tratamiento del cáncer. Muchos son muy optimistas en cuanto a que la medicina basada en el cannabis se utilizará más a menudo en el tratamiento del cáncer en el futuro.
Fuentes: